MUCHO CAFÉ

La mayoría de las mañanas llego al lodge a las 5 o 5:15, aunque mi día comienza bastante más temprano. Como administro un negocio, tengo correos electrónicos que responder y otras cosas para hacer, por lo general me despierto cerca de las 3:30 y lo primero que hago es preparar café. No suelo tomar un gran desayuno, me retrasa, así que tomo varias tazas de café y tal vez como una barra proteica o un trozo de tocino. Siempre preparo suficiente café como para llenar el enorme jarro Rambler® que llevo en el bolso para el espiadero y llevo el vaso para recargarlo durante el día. Honestamente, bebo demasiado café.

MI COMPAÑERO DE CAZA

En realidad, se suponía que Dash era el perro de mi hija, pero es un increíble perro de caza. Así que mientras ella está en la escuela, me aseguro de mantenerlo ocupado. Es un gran compañero, en general, los perros son la mejor parte de la cacería. El olfato de un perro es tan poderoso que son capaces de encontrar cosas que nosotros nunca encontraríamos. También son una excelente herramienta de conservación, porque se aseguran de que contabilice cada pato que cae. La única persona que nunca va a llegar tarde es tu perro, nunca te dejará plantado.

Siempre llevo su espiadero para perros cuando salimos a cazar. Tiene una correa para el hombro para facilitar el transporte y una parte inferior de malla para que el agua pueda drenarse cuando el perro entra mojado. El espiadero se coloca en un lugar seguro, lejos de cualquier arma, y oculto de las aves. También es su “lugar”, sabe que debe estar ahí. Si pongo señuelos en el agua a primera hora de la mañana, no tengo que preocuparme de que salga corriendo hacia algún lugar porque está en su espiadero y no se mueve si no se lo indico.

UN LUGAR PARA TRABAJAR Y UNA FORMA DE LLEGAR

Cuando salimos temprano de cacería, cargamos las camionetas a los todoterrenos y luego conducimos hasta el espiadero. Apilamos todo lo que necesitamos para la cacería: armas, bolsos, caniles y, sí, más café. En los espiaderos, tenemos una hielera rígida Tundra®35 llena de refrigerios, agua y cualquier otra cosa que necesitemos. En la naturaleza, hay mapaches, ratones y todo tipo de especies, por lo que es difícil evitar que hagan pedazos las cosas y la hielera ayuda a prevenir que los animales se coman nuestra comida.

UNA CAJA DE HERRAMIENTA

Realmente odio perder tiempo, nunca se recupera. Es muy difícil lograr un objetivo si conduces constantemente de un lado a otro a buscar cosas, así que me gusta asegurarme de comenzar con todo lo que necesito. La caja de carga GoBox es mi solución preferida. Tengo una caja de carga LoadOut® GoBox 30 en cada una de mis camionetas los 365 días del año y está equipada con un poco de todo: llaves Crescent, llaves para tuberías, llaves para filtros, llaves regulares, enchufes, destornilladores, alicates, pinzas, adaptadores para mangueras para combustible, filtros de combustible, filtros de aceite, manguera para combustible, cables para batería, aceite, líquido de arranque, cuchillos, cuerda, etc. Es una caja de herramientas impresionante y tiene suficiente spacio para llevar casi todo lo que pueda necesitar.

LA VESTIMENTA ADECUADA

Uso mis vadeadores Cabela absolutamente todos los días. Son fundamentales para pasar por los humedales. También soy afortunado de no sufrir mucho el frío, por lo que suelo usar solo mi suéter rompeviento. Es de lana y me mantiene lo suficientemente abrigado para la cacería. Pero si necesito una capa adicional para los días más fríos, me pongo un chaleco. El Redhead Elite es resistente al viento y está hecho para ayudar a ocultar tu olor.

Junto al silbato Makers que llevo en un cordel, guardo las anillas de las aves. Son pequeñas piezas de metal que una agencia federal o estatal les pone a las aves en una pata. De hecho, son el conjunto de datos más antiguo para ayudar a la conservación de las aves acuáticas en todo el país. Uno informa al Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los EE. UU. donde encontró este pájaro con esta anilla y lo usan para rastrear los datos de cosecha y las tendencias migración a lo largo de décadas. Pero realmente son pocos. Muchas personas cazan toda su vida y nunca obtienen uno. He sido muy afortunado de conseguir muchas y, para mí, tienen un valor sentimental. Me sentaré bajo un árbol y observaré una de las

antiguas anillas que obtuve con mi abuelo hace 35 años. Es una buena manera de atesorar los recuerdos.